8 de marzo, una fecha para reflexionar sobre todo el camino que hemos recorrido en pos de la igualdad entre ambos sexos y, en especial, sobre los muchos prejuicios que todavía arrastramos. No es para menos, ¿quién imaginaría hace algunos años que la mujer podría llegar a la universidad? Y, ni que decir tiene, que mucho menos nadie nos creería si hace 100 años dijéramos que íbamos a ver a nombres femeninos al mando de grandes buques.
Por suerte, la sociedad ha cambiado. Si bien todavía nos queda un largo camino por recorrer, no hay que desdeñar los logros obtenidos en la lucha por la plena igualdad. Por supuesto, el mundo editorial no ha sido ajeno a la lucha de la mujer por reclamar lo que simple y llanamente se merece: las mismas oportunidades de prosperar que el hombre.
Y por supuesto que no han desaprovechado. Podiprint ha tenido la suerte de conocer de primera mano los testimonios de varias mujeres a los mandos de grandes editoriales. Palabras que nos muestran que el esfuerzo tiene su recompensa y que hoy compartimos con vosotros:
– Blanca Rosa Roca
– Carmen Moreno
– Mónica González
– Núria Casals
Blanca Rosa Roca
¿Nombre y cargo en su editorial?
Blanca Rosa Roca, directora y cofundadora de editorial Roca.
¿Cuál es su formación y experiencia en el sector editorial?
Me formé en ciencias económicas y a finales de los 70 comencé a trabajar en el Grupo Z. En estos inicios formé parte de la redacción de Interviú y posteriormente desarrollé distintas labores de marketing y publicidad para el grupo editorial.
Cuando el Grupo Z adquirió Editorial Bruguera me atreví a dar el salto al sector editorial, un gran cambio ya que quizás no tenía la formación necesaria, pero siempre me había considerado una gran lectora. Con ayuda de varios amigos fui aprendiendo y desarrollando esta labor hasta que al final alcancé el puesto de Directora General de Ediciones B.
Tras muchos años de trabajo para el Grupo Z, dejé mis cargos en el mismo hará 18 años y tras un año trabajando en otros proyectos nos juntamos algunos de los antiguos miembros del Grupo Z y nos pusimos a trabajar para crear editorial Roca, y hasta el día de hoy seguimos.
¿Cuáles son las principales barreras a las que se enfrenta como mujer dentro del sector editorial?
¿Barreras? Las mismas que hemos encontrado en otros sectores. Sin embargo, tengo que destacar que la mujer siempre ha estado presente en el sector editorial. Recuerdo cuando hace 30 años viajé a Frankfurt ya me encontré con varias mujeres que desarrollaban su labor dentro del sector editorial. Aunque claro está, el papel de aquellas estaba muy lejos de ser el de una directiva.
Hemos cambiado mucho, ya hay varias mujeres que han roto estas barreras y han alcanzado estos puestos directivos. En mi caso, he sido la primera mujer en entrar en el Gremio de Editores de Cataluña y la primera Presidenta de la Cámara del Libro de Cataluña.
¿Qué ha podido cambiar? Creo que ha sido la formación la que nos ha permitido llegar hasta aquí. El número de mujeres que ha accedido a la universidad ha crecido en todas estas décadas. En mi promoción recuerdo un número muy pequeño de alumnas y por suerte esta tendencia se ha revertido.
¿Es el sector editorial feminista?
Si te refieres a si en el sector encontramos a mujeres feministas, sí. Conozco muchas profesionales que creen en la plena igualdad entre hombres y mujeres. Otro ejemplo es el de nuestra editorial, en donde contamos con un excelente equipo de mujeres al frente de puestos importantes.
Ahora bien no puedo asegurar que todo el sector lo sea. Queda mucho por hacer y no puedo hablar por todas las editoriales
¿Cree que su posición es un síntoma de cambio social?
Desde luego que sí. La sociedad ha cambiado y muchas mujeres han accedido a puestos importantes en distintos sectores. En el caso del sector editorial quizás hayamos tenido algo de “ventaja” ya que la mujer estaba presente a través de mandos intermedios, algo que no sucedía en otros mercados. Pero eso no quiere que no hayamos tenido que pelear por demostrar nuestra valía y darnos de bruces con las mismas barreras que encontramos en la sociedad.
¿Qué le queda por hacer al sector editorial para lograr la plena igualdad?
Pues como a toda la sociedad, concienciarse sobre el verdadero significado de la palabra feminismo. Es decir, hombres, mujeres, menores y mayores deben tener claro que lo que se busca es la plena igualdad. Una vez que este mensaje haya calado en la sociedad, habremos dado un paso importante.
¿Algún consejo para las mujeres que quieran hacer carrera en el sector editorial?
Que nunca dejen de leer, que siempre disfruten de este placer. Y por supuesto, si sueño es triunfar en este sector que no se conformen, que batallen hasta conseguirlo. El camino puede ser largo, pero los resultados hacen que merezca la pena.
Carmen Moreno
¿Nombre y cargo al frente de su editorial?
Soy la directora de la editorial Cazador de ratas. Aunque en Seguridad Social, que son más pomposos, me hacen llamar gerente y administradora única.
¿Cuál es su formación y experiencia en el sector editorial?
La experiencia es tan irregular como emocionante. Si nos centramos en Cazador de Ratas, la editorial comenzó con un capital de 3.000€. Por supuesto, nadie daba un duro por ella y casi acabamos dándole la razón por las malas decisiones que llegaban fruto del desconocimiento. Antes de montar mi editorial trabajé en varias como correctora, lectora, grabadora de datos, editora de la línea novela negra… Quería saber cómo era una editorial por dentro porque, aunque venía de Filología e hice el Máster en edición por la USAL, no aprendes a pescar hasta que te vas al mar a coger peces. Aun así, ya te digo, las primeras decisiones no pudieron ser peores.
No tiré la toalla, creo que la tozudez, que me viene de familia, tiene la culpa de que hoy estemos aquí. En el camino he tenido, ayer sin ir más lejos, muchas ganas de tirar la toalla porque, a veces, el esfuerzo no está recompensado. Pero tengo un problema, esto es lo que más me gusta de todo.
¿Cuáles son las principales barreras a las que se enfrenta como mujer dentro del sector editorial?
Que tus propios compañeros te tomen en serio. Con los autores y autoras no he tenido demasiados problemas, aunque algunos te encuentras. En una editorial pequeña la directora no pasa desapercibida es gran parte de la imagen de la editorial. Yo, y hablo por mí, aún sufro el acoso de algunos editores (hombres) y escritores de otras editoriales si no te sometes a lo que dice el «macho» alfa.
¿Es el sector editorial feminista?
No creo. Probablemente no sea el sector más machista, pero tampoco me parece que sea feminista. En general, creo que es un sector que está poco acostumbrado a trabajar en colaboración con otras editoriales y suele mirarse bastante el ombligo. Esto es incompatible con ser muy nada.
¿Cree que su posición es un síntoma de cambio social? ¿Qué le queda por hacer al sector editorial para lograr la plena igualdad?
Al igual que se ha estado favoreciendo a escritores y acallando a escritoras, ahora tenemos la posibilidad de darle la vuelta a esa situación. Parece que la discriminación positiva es un crimen de lesa humanidad, pero, en el fondo, no es sino un intento de poner a la mujer donde debe estar. Mi posición implica un cambio social, sí, pero me lo he currado yo.
¿Algún consejo para las mujeres que quieran hacer carrera en el sector editorial?
No creáis nunca eso de elegir entre la familia y el trabajo. A los hombres no se les exige.
Mónica González
¿Nombre y cargo al frente de su editorial?
Mónica González. En la actualidad ejerzo como Directora Gerente de NARCEA S.A. DE EDICIONES, editorial española al servicio de la educación y especializada preferentemente en la edición de obras científico-técnicas de humanidades, pedagogía, sociología, trabajo social, estudios universitarios, estudios de género y obras de innovación y actualización docente.
¿Cuál es su formación y experiencia en el sector editorial?
Mi formación académica básica es la licenciatura en Derecho y Empresa, Especialidad E-1 (Letrada Asesora de Empresas), por ICADE (Universidad Pontificia de Comillas, Madrid). Cuento además con Curso de Posgrado de Estudios Avanzados de Edición por la Oxford Brookes University Press y Máster en Edición Digital por la Universidad de Alcalá de Henares.
A esto se añade un constante y asiduo seguimiento de numerosos cursos de postgrado relacionados con el mundo editorial y de la empresa, los derechos de autor, edición y nuevas tecnologías, educación y temas socioeducativos en general, ofrecidos, tanto desde el ámbito universitario, como desde el ámbito profesional.
He realizado estancias para prospección de posibilidades comerciales en casi todos los países de Latinoamérica y Estados Unidos y a la vez participo asiduamente en diferentes Ferias Internacionales del Libro así como, también en Congresos y Eventos nacionales e internacionales relacionados con las líneas de publicación de Narcea Ediciones.
Me incorporé a Narcea Ediciones en 2001 como a Adjunta a Dirección y responsable del Departamento de Derechos a la par que llevaba, como editora, la coordinación de la, por entonces incipiente, Colección “Universitaria” de Narcea.
En aquellos años compatibilizaba estudio y trabajo y fue un buen comienzo de mi carrera profesional. Fueron años fuertes de aprendizaje y dedicación que me permitieron conocer de cerca el sector editorial; un sector que se compone de una variada y rica bibliodiversidad en un entorno cultural muy cambiante pero también muy sugerente.
Tras estos comienzos, puedo decir que he pasado por todos los demás departamentos de la Editorial: edición, comunicación, marketing, comercial, distribución…, hasta llevar hoy la gerencia y la representación institucional. Desde hace varios años, como miembro vocal de la Junta Directiva de la Asociación de Editores de Madrid, también participo asiduamente en numerosos proyectos y plataformas relacionadas con el mundo del libro.
¿Cuáles son las principales barreras a las que se enfrenta como mujer dentro del sector editorial?
Lógicamente el sector editorial participa del cuestionamiento que a nivel social estamos viendo.
En estos días los medios, con datos objetivos, nos están acercando a una realidad en la que, efectivamente, la desigualdad existe, tanto en términos de brecha salarial, como en posibilidades de contratación, reparto de roles y tareas, y en el acceso a puestos de responsabilidad.
Y el sector editorial no se queda al margen. Hace un año el diario El País publicó un sugerente artículo con motivo de la celebración del Día del Libro, y a raíz de un manifiesto que publicaron varias periodistas. El artículo titulado Las mujeres del mundo editorial se rebelan contra la desigualdad de género en el sector, remite a una iniciativa promovida por un grupo de mujeres del libro, 8M: Paramos.
En el manifiesto de 2019 (https://lasmujeresdellibroparamos.wordpress.com/8m-2018-paramos/manifiesto-2019/) que acaban de publicar destacan que el mundo del libro es un sector feminizado, en el que el 80 % de los puestos de trabajo los ocupan las mujeres y en el que encontramos que el 66,5 % de las mujeres lee habitualmente frente al 57,6 % de los hombres. A pesar de esto, y como ya es habitual, los cargos de responsabilidad, los premios literarios y “los autores universales” siguen estando plenamente masculinizados.
Es una realidad que no debemos obviar, y que comparto, pues a veces es duro moverse en un mundo de varones y en una cultura patriarcal y androcéntrica donde muchas veces la mujer tiene que ganarse día a día lo que es y lo que está llamada a ser.
¿Es el sector editorial feminista?
Yo no diría propiamente que el sector editorial es feminista, sino que tiene rostro de mujer tal como hemos indicado.
No soy partidaria de enfocar la cuestión de género como una lucha de poder sino desde el aporte que tanto varones como mujeres pueden realizar en sus tareas cotidianas. Ambos, mujer y varón, comparten similares capacidades y, en consecuencia, pueden y deben compartir también responsabilidades semejantes.
De los varones reconozco su practicidad, su capacidad ejecutiva y estratégica; de las mujeres su capacidad para entusiasmar en el trabajo, confiando más en la cooperación que en la competencia.
Creo que las mujeres somos más polivalentes y favorecemos más el trabajo en equipo y colaborativo. También nos caracterizamos por tener una buena intuición que nos permite tomar soluciones sobre aspectos complejos con menos datos cuantitativos y desde una perspectiva más emocional.
Unos y otros formamos equipo y ojalá podamos superar una cierta tendencia social a un sistema de cuotas que nos puede llevar a sentirnos hijas de la igualdad, aunque también herederas de injusticia.
Así se titula precisamente un libro de Narcea escrito por Elena Simón y que forma parte destacada de nuestra Colección “Mujeres” que desde 1995 y con más de sesenta volúmenes publicados, da a conocer la aportación específica de las mujeres a la sociedad en temas culturales, educativos, antropológicos, económicos, familiares, históricos, políticos y sociales.
¿Cree que su posición es un síntoma de cambio social? ¿Qué le queda por hacer al sector editorial para lograr la plena igualdad?
En el caso de Narcea, uno de sus rasgos característicos es que ha estado desde sus orígenes liderada por mujeres quizá porque procedían de otro entorno que también nos habla en “clave de Mujer”; el de la educación. Así nació la editorial, del sueño de un puñado de profesionales comprometidas con la educación y el deseo de formar personas que tuvieron una inquietud y tomaron una decisión. El sueño de mejorar la calidad de la educación, de humanizar y llevar ese quid trascendente ineludible a la tarea educadora y formativa que busca el bien para las personas; de elevar el nivel de los docentes; de mostrarles y poner en sus manos todo lo mejor para desarrollar con éxito su tarea; de imbuirles el convencimiento de que su quehacer es valioso.
No obstante, creo que es importante seguir afianzando algunas conquistas sociales que suponen un paso adelante en una igualdad efectiva entre varones y mujeres; una igualdad que acepta a la mujer en todas las esferas de la vida, que promueve una orientación profesional no sexista y la ruptura de estereotipos, que favorece la compatibilidad de trabajo y familia, así como la flexibilidad laboral a través de trabajos compartidos.
En definitiva, un “modo de vivirse” desde la corresponsabilidad de mujeres y varones, así como la sensibilización de las instituciones y de la sociedad hacia políticas de igualdad de oportunidades.
¿Algún consejo para las mujeres que quieran hacer carrera en el sector editorial?
Pues quizá la invitación a ser buenas profesionales.
Estoy convencida de que lo más importante de las personas no se compra, se merece y que cada organización acaba por ser del tamaño del corazón de quien controla el timón.
El sector editorial, a pesar de los tiempos que corren y que no son los mejores para el mundo del libro, es un sector con retos importantes y que nos pide dar lo mejor de nosotras mismas y con un compromiso profesional serio que involucre a otras personas, reconociendo su valía por lo que son… y ¿qué somos? Somos nuestros proyectos, nuestras ilusiones, nuestros sueños…
Núria Casals
¿Nombre y cargo al frente de su editorial?
Núria Casals Girons. Editora-Gerente en Horsori.
¿Cuál es su formación y experiencia en el sector editorial?
Me inicié en el mundo editorial cuando aún estaba finalizando mis estudios de Filología Catalana. Primero como free lance para diversas editoriales, en calidad de correctora, para continuar como editora en una importante editorial especializada en publicaciones deportivas. Aquí fue donde realmente aprendí el oficio. Finalmente, hace ya 16 años, compré Horsori editorial y hace 11 creé, junto a unas compañeras, La mar de fácil. Mi experiencia al frente de estas dos empresas es positiva. Como en todos los trabajos, ha habido momentos buenos, muy buenos y otros en los que piensas en “tirar la toalla”; pero, al final, el amor que sientes, porque es amor incondicional, hacia los libros te impulsa a seguir adelante.
¿Cuáles son las principales barreras a las que se enfrenta como mujer dentro del sector editorial?
En mi caso, nunca, por ser mujer, he tenido ningún problema. Siempre me he sentido valorada y respetada por mis compañeros y mis superiores, en las diversas editoriales con las que he colaborado.
Más que barreras o limitaciones, lo que tuve en mis inicios, ya con mi propia editorial, fueron enfrentamientos con los impresores con los que ya trabajaba Horsori, y que estaban acostumbrados al quehacer del anterior editor. Mi estilo era distinto, más suave, pero, literalmente, hacían caso omiso a mis exigencias hasta que ponía mi “mal carácter” encima de la mesa.
¿Es el sector editorial feminista?
Yo pienso que no. A pesar de que hay muchas mujeres en la parte de corrección y en distintos ámbitos del proceso editorial, pocas alcanzan cargos superiores, sobre todo en grandes editoriales.
¿Cree que su posición es un síntoma de cambio social? ¿Qué le queda por hacer al sector editorial para lograr la plena igualdad?
Pienso que sí. Poco a poco, las mujeres van siendo más visibles y reconocidas, por sí mismas, en este sector.
Que haya más mujeres en cargos directivos y de toma de decisiones importantes.
¿Algún consejo para las mujeres que quieran hacer carrera en el sector editorial?
Que no desfallezcan aunque encuentren piedras en el camino; estas [las piedras] acabarán convertidas en arena a su paso, si las futuras editoras muestran su tesón y su buen saber hacer.
2 comentarios
Estoy buscando una editorial para que puedan revisar mi libro que escribí sobre acoso en las Universidades.
Lo sentimos, no ofrecemos este tipo de servicios. No obstante puede escribirnos un mail para tratar de encontrar alguna solución a su demanda.