Hacer un libro es un trabajo mucho más duro de lo que se piensa, y con mucha más historia de la que pueda parecer. El arte de la encuadernación, es decir, unir las páginas que conforman un tomo, ha evolucionado desde que el ser humano empezó a dominar la escritura. Y en este artículo vamos a repasar los distintos tipos que podemos encontrar en la actualidad, así como otros que ya cayeron en desuso.
Un viaje en el que podrás conocer cuáles son los tipos de encuadernación que más se adaptan a lo que necesitas al buscar un partner de impresión de libros (conociendo bien las variedades que te ofrecerán), así como sorprenderte un poco con el pasado de este arte. ¿Preparado para este particular viaje?
Cómo funciona la encuadernación
Antes de repasar los tipos de encuadernación, es mejor detenerse a entender este concepto. Todos tenemos muy claro que un libro comienza siendo un archivo que se manda a imprimir y termina convertido en el producto que todos conocemos. Pero desde que este documento pasa de ser un compendio de bits a una serie de hojas, correspondientemente ordenadas, y con portada.
La encuadernación es el proceso que sigue al de la impresión de las páginas de un libro. Durante este proceso se fijan las distintas hojas que se han producido y se culmina añadiendo la tapa que cubrirá toda la obra.
Para ello se usan diversas técnicas, desde el encolado, hasta las grapas. De igual modo, el tipo de cubierta que se emplee para esta finalidad también puede variar. Atendiendo a estas variaciones, encontramos numeras opciones de encuadernación que hoy vamos a repasar.
Encuadernación japonesa
Estamos hablando de una de las encuadernaciones más famosas en lo que a elaboración artesanal se refiere. Se trata de un proceso 100% manual, por lo que no puede automatizarse y no es adecuado para grandes tiradas. De hecho, su uso se limita a ediciones muy limitadas a las que se les quiere dar un toque personal.
En este caso la unión entre las hojas que conforman el libro se asegura con una aguja e hilo. A diferencia de otras encuadernaciones que recurren a la costura, el cosido no se oculta tras el lomo. De hecho, se deja al aire como elemento ornamental.
Encuadernación espiral
Para asegurar la unión entre las hojas y la cubierta se asegura realizando unas perforaciones en varias zonas de los márgenes, a través de las cuales se introduce una espiral que se cierra por los extremos. De esta forma se permite el paso de las páginas. Se recomienda para impresiones de artículos que van a ser utilizados a menudo, como cuadernos, manuales o cartas de restaurante.
Encuadernación rústica
La encuadernación rústica también se conoce como “tapa blanda”. Pero hay que tener en cuenta que no es necesario que la cubierta de la obra sea flexible. Se trata de una de las opciones más usadas en la actualidad por sus bajos costes y la calidad que se ofrece en el resultado final. De hecho, es la opción preferente en el modelo bajo demanda.
Las páginas se usan empleando cola, o hilo, y se unen de igual manera a la cubierta. Gracias a su aparición en el S. XIX el uso del libro comenzó a estandarizarse ya que gracias a este modelo se permitían tiradas masivas al ser un método que permite encuadernas rápidamente, por lo que se aumentaba la producción y se reducían los precios de venta.
Encuadernación artesanal
Sobra decir que en este proceso las máquinas que automatizan el proceso quedan fuera del esquema. Estamos hablando de un proceso lento y realizado a mano que se emplea para ediciones muy especiales y que hasta la introducción de tecnología de reproducción y encuadernación fue el más empleado.
Dentro de la encuadernación artesanal encontramos varias fórmulas para asegurar la unión entre páginas y de estas con la cubierta: tornillos, hilo, grapas, o la combinación de varios métodos.
Encuadernación channel
La encuadernación channel es una de las más “modernas” y baratas. Se caracteriza por mantener las hojas unidas con una pieza metálica, ubicada en el lomo de la tapa, que hace las veces de prensa que mantiene unidas las páginas, de manera que todo queda compactado. Y sí, no hay encolado, fresado, hilado o grapado. Todo se basa en presión que se ejerce.
Se trata de un proceso más rápido que otros tipos de encuadernación ya que solo requiere de la colocación de las hojas y ejercer la presión necesaria para que la pieza metálica comprima las hojas.
Encuadernación fresada
La encuadernación fresada basa la unión de las hojas, y de estas con la cubierta, en el encolado. Su aparición data del S.XIX y en la actualidad sigue usándose ya que es la que permite la producción de ediciones sencillas como los tomos de bolsillo. De hecho es de las más populares en la impresión digital, puesto que se permite producir diversas páginas por separado, y que después se unirán mediante este proceso.
Este tipo de encuadernación raspa y cepilla los bordes de las hojas del libro, permitiendo que la cola penetre en estas hendiduras, adhiriendo tanto las páginas como el bloque que conforman a la cubierta.
Encuadernación cartoné, tapa dura
Si la encuadernación rústica se conoce popularmente como “tapa blanda”, a la cartoné se la menciona como “encuadernación en tapa dura”. El bloque de las hojas se unen mediante cosido, o encolado, y se pegan a una cubierta rígida que cubre a las páginas, salvo por los planos inferiores y superiores.
El resultado es una cubierta con un acabado más resistente. Este tipo de encuadernación recibe su nombre de la cubierta más rígida, de cartón.
Encuadernación encolada
Como su nombre indica, la encuadernación encolada es la que une las hojas de los libros mediante el uso de cola, formando un bloque. Mientras este pegamento está caliente, se une a la cubierta formando el libro definitivo. Hay que tener en cuenta que el resultado final es más sensible a los cambios de temperatura y se corre el riesgo de que se desprendan algunas páginas si se expone la obra a temperaturas altas.
Encuadernación cosida
Uno de los tipos que más enamora a los amantes de la lectura. Se trata de un gran clásico, y como su nombre indica la encuadernación cosida junta las páginas del libro mediante la costura creando un cuaderno que después se une a la cubierta mediante un adhesivo.
Cabe destacar un elemento fundamental en este tipo encuadernación, la cabezada, que une mediante costura la cabeza y el pie del libro.
Encuadernación holandesa
Cuando hablamos de encuadernación holandesa hablamos de un tipo que se usa para producir libros en tapa dura. Se caracteriza por el uso de distintos materiales en lomo y cubiertas. En la zona donde se producían los pliegues, se emplean materias resistentes, pero con un mayor nivel de flexibilidad.
Dentro de esta categoría, encontramos dos ramas: la encuadernación holandesa clásica (donde el material usado para el lomo cubre ¾ partes de la cubierta), encuadernación holandesa con puntas (las esquinas de las tapas también mantienen el mismo material que el lomo, además de los ¾ mencionados).
Encuadernación americana
De nuevo estamos ante un tipo de encuadernación “moderno” ya que su nacimiento y expansión data del S.XX, en concreto en EEUU (por eso recibe este nombre). Y, aunque sea de reciente creación, su uso no está extendido en la actualidad por los tiempos que supone y que no compensan los bajos costes que supone.
El proceso de encuadernación comienza prensando todas las hojas que formarán el libro, es entonces cuando se realizan una serie de cortes en diagonal a lo largo del bloque que forman estas páginas. A continuación se realiza el encolado, añadiendo una serie de cordeles que penetran en estas hendiduras. Por último, se añaden las cubiertas, con un encolado previo.
Encuadernación grapada
Estamos hablando de un método sencillo y económico, pero que también tiene una gran fragilidad. Esta encuadernación recurre a una tecnología que une diferentes pliegos, a través del centro de los mismos, usando dos grapas que pueden verse desde el exterior. Dadas las características de esta opción, el número de hojas que pueden incluirse es limitado.
Suele reducirse su uso a publicaciones como revistas, periódicos o folletos informativos.
Encuadernación wire-o
La encuadernación wire-o es similar a la espiral. De hecho, aquí también se perforan las páginas que van a encuadernarse y se unen mediante un alambre que va pasando por las hendiduras. Es habitual ver esta tipología en artículos como agendas, o libretas. Cabe destacar que es un proceso rápido, económico y duradero ya que permite usar papel de mayor grosor, y tapas más duras.
Sin embargo, no es tan habitual ver su uso en la industria editorial por motivos estéticos.
Encuadernación con canutillos de plástico
La encuadernación con canutillos de plástico sigue la misma técnica que la espiral, o el método wire-o. En primer lugar una máquina perfora una serie de ranuras en las hojas agrupadas que posteriormente se encajan con una tira de plástico de forma cilíndrica.
La calidad de los materiales que se usan para unir las páginas, y la portada, hacen de este método algo recomendable solo para impresiones efímeras como apuntes de universidad, y otro tipo de publicaciones relacionadas con el estudio, o presentación de trabajos finales, o informes laborales.
Encuadernación en madera
Una de las encuadernaciones más recomendables si lo que se persigue es una finalidad ornamental. Por ello su uso suele verse en álbumes de fotografías que sirven para rememorar momentos especiales. Hay varias fórmulas para adherir las hojas a la cubierta, desde un hilo que pase alrededor de la tapa y las páginas, hasta unas anillas atornilladas al interior del lomo.
Por supuesto, tampoco podemos olvidarnos del encolado del bloque de las páginas al interior del lomo.
Encuadernación en espina
La encuadernación en espina es una de más fáciles de realizar, incluso puede hacerse como manualidad. La idea es que las páginas que forman el libro penden de una estructura con diversos canales colocados en el interior del lomo, reservando un espacio central vacío.
Encuadernación en piel
La encuadernación en piel es una de las más antiguas en la historia del libro. Básicamente, se aprovecha la cubierta dura de un libro para cubrirla con piel antes de adherirle el bloque de páginas. El proceso para este fin es similar al que se emplea en el método cartoné, o “rústica”
Encuadernación canadiense
En el caso de la encuadernación canadiense estamos hablando de una variante del método wire-o. En este caso las espirales no están al descubierto, sino que están cubiertas por una tapa y el bloque se adhiere al interior del lomo.
Encuadernaciones a lo largo de la historia
El arte de la encuadernación es tan antiguo como el de la existencia de los libros, tal y como los concebimos en la actualidad. Es decir, en torno al 400 D.C. ya empiezan a aparecer las primeras muestras de encuadernación. Veamos algunos de los más interesantes que nos ha dejado el pasado.
Encuadernación en Bizancio: oro y piedras preciosas
También se le puede denominar como encuadernación de orfebrería o enjoyada. Se trata de un método que da como resultado un producto lujoso que emplea cubiertas de oro y que en la historia se empleaban para obras como la Biblia y otros libros religiosos. La técnica era coser las hojas, manuscritas, que se fijaban a una tabla de madera sobre la que se añadían los adornos.
Encuadernación de la edad media: piel, terciopelo y metales
La evolución del libro hizo que las tablillas de madera que recubrían los libros pasasen de emplear materiales preciosos para su cobertura y empezar a usar otros como la piel, el terciopelo o metales más simples. El método era el mismo que en la encuadernación de orfebrería, se cosían las páginas de manuscritos y estas se adherían a la madera.
Encuadernación del barroco en hierro
El barroco es un estilo de arte que apuesta por sobrecargar las piezas y la encuadernación no fue ajena a este estilo. Este método aprovecha el hierro para crear piezas ornamentadas sobre las que se recrean distintos motivos. De nuevo, las hojas se cosían formando un bloque que, a continuación, se pegaba a unas tablas sobre las que reposaban estos elementos metálicos.
Encuadernación neoclásica: cartón y piel
Y llegamos al S.XVIII. En esta época la encuadernación se simplifica, en comparación con el barroco, y en portada solo aparecen unas orlas y un espacio central vacío. Por su parte, el lomo cuenta con elementos dorados. En principio se empleaba la piel para forrar las cubiertas y sobre este material se realizaban las formas ornamentales.
Pero, poco a poco, el cartón toma la alternativa, facilitando la reproducción de ejemplares y su estandarización entre el público lector.
7 comentarios
gracias juan por tan apasionanante tema
alex
Quisiera conocer tipos de lomo curvo y como trabajarlos
Hola, Edwin.
En Podiprint hacemos tapa dura y cosido, Si desea más información, puede hacerlo a través de este mail: https://www.podiprint.com/solicita-presupuesto/
Un cordial saludo
Hola buenas noches, mi nombre es José Luis Carro Meneses originario de Tlaxcala, México. Me intereso su pagina por el contenido que no es muy usual que digamos,actualmente estoy desarrollando una tesis de Maestría sobre la encuadernación artesanal y artística y estoy investigando todo lo referente al tema,solamente para felicitarlos por la empresa y los productos que desarrollan.
Quisiera saber más sobre la historia de la encuadernación…y si hay otros tipos más de encuadernación…
Hola, Marco
En este artículo hemos recogido los tipos de encuadernación más utilizados en la actualidad dentro del sector editorial. También ofrecemos un acercamiento a otras categorías vistas a lo largo de la historia.
Si quiere que hablemos de otro tipo de encuadernación que no aparece en este artículo, tan solo avísenos.
¡Un saludo!
Coincido con la mayoría, es un tema apasionante y muy amplio! en mi secundaria, hace muchoooooosss años por 1985-1988, mi taller fue de imprenta y el profesor nos enseño varias técnicas de encuadernación, que a la fecha sigo recordando y hace un par de años volví a retomar esta pación y al ver esto fue enriquecedor conocer mas de este arte que se esta perdiendo, mi nombre es Uri Solís y vivo en la cdmx. ahora quiero hacer un taller para niños y que aprendan un poco del como crear sus diseños personales.