Todos reconocemos la figura del editor como la de la persona con responsabilidad dentro de una editorial. Sin embargo, a poco que nos acerquemos al día a día de uno de estos sellos comprobaremos que sus funciones abarcan un gran abanico. Saber distinguir todas las posibilidades que se engloban en torno a esta figura es importante a la hora de dirigirnos al responsable adecuado.
Dependiendo del tamaño de la editorial, nos encontraremos distintos tipos de editores porque medida que se dividan las responsabilidades, se producirá una mayor granulación de funciones. En esta ocasión hablaremos de los más comunes que podemos encontrar en la actualidad.
- Editor editorial
- Editor de proyecto
- Editor técnico
- Editor digital
Editor editorial, o propietario
Como en todo negocio, en una editorial existe una figura por delante de todas. En este caso estaríamos hablando del editor editorial, es decir, el propietario del sello. Se trata de la figura más importante dentro de toda la estructura.
Es posible encontrar algunas referencias a él como “editor de adquisiciones”, “director editorial”, o “editor jefe”. Al ser la figura más importante en la editorial, también es quien más responsabilidades asume.
Sus principales funciones
Entre las funciones del editor editorial encontramos las siguientes:
- Investigar y estar al tanto de las tendencias de publicación para seleccionar obras con las que trabajar.
- Negociar las relaciones de las editoriales, por ejemplo seleccionando el socio de impresión y el modelo de producción que seguirán.
- Define nuevas vías en las que puede avanzar la editorial, decidiendo las inversiones que se hacen, por ejemplo contratando personal como podría ser un nuevo corrector, u otro maquetador.
El editor de proyecto editorial
Sacar un libro adelante es mucho más que elegir a un autor y cerrar un contrato con él. Ya sabemos que el editor editorial aprueba tendencias y marca la línea de trabajo. Pero sus funciones de control sobre todo el sello hacen que no pueda estar al tanto de todo lo que sucede.
El editor de proyecto editorial es uno de los que empieza a asumir funciones delgadas por el editor jefe. ¿Qué es lo que hace este editor? Veámoslo:
Sus principales funciones
El editor de proyecto editorial tiene las siguientes funciones:
- Supervisar las etapas de producción de un libro, desde la revisión del manuscrito, hasta la impresión del mismo.
- Se asegura de que todas las fases de la producción del libro se ajusten a un calendario, previamente concretado con el autor.
- Relaciones con el autor, desarrollando los presupuestos y cerrando el contrato con el que la editorial se encarga de publicar el libro.
Editor técnico de maquetación (maquetación)
¿Qué hace un editor de libros? A menudo se relaciona sus funciones con la revisión de libros y el trato con los autores. Pero se nos olvida que el desarrollo de cualquier obra requiere de profesionales como los maquetadores.
El editor técnico es el responsable de la maquetación de los libros de una editorial. Una función relacionada más con el diseño editorial que con el contenido. Profundicemos, un poco más, en sus funciones.
Sus principales funciones
El trabajo de un editor técnico, como hemos dicho, se relaciona más con el trabajo de diseño de un libro que con la revisión del contenido:
- Su principal función será la de “dar forma” al contenido en el que previamente ha trabajado el editor de proyecto editorial y su equipo.
- Revisar la calidad final tras la maquetación y asegurarse de que, una vez impreso, el libro sea legible y presente bien el contenido.
Editor digital
Nuevos formatos han aparecido en la industria del libro y algunas editoriales los han incorporado a sus trabajos. Eso conlleva la necesidad de nuevos perfiles profesionales como el del editor digital. Es evidente que su trabajo se relaciona con las obras adaptadas a los eReaders.
Sus principales funciones
Sus funciones son similares a las de un editor de proyecto editorial. Sin embargo, también cuenta con ciertos tintes de maquetador ya que debe encontrar la manera debe pensar en el formato digital y en pensar cómo sacarle partido a este:
- Planificar la digitalización de los contenidos de un autor, aportando un valor a este proceso de conversión 2.0.
- Ejecutar las acciones de digitalización, manteniendo al tanto al autor de todo ello y ofreciéndole diversas opciones en este sentido.