En 2023 se imprimieron 75 millones de libros en España. Una cifra vertiginosa, pero, ¿qué se esconde detrás de la historia de cada uno de estos ejemplares? Desde que una editorial desarrolla la idea en torno a un título, hasta que este se fabrica y llega al punto de venta antes de aterrizar en las manos de un lector, hay todo un viaje tan interesante como las páginas que encierra.
En este artículo te mostraremos todo el proceso de fabricación de un libro para que puedas hacerte una idea de cómo se hace un libro. Un recorrido que se inicia desde que un manuscrito es admitido por la editorial hasta que sale por las puertas del almacén con destino a la biblioteca del lector final.
1.- La validación (preimpresión): llegada del libro
Antes de siquiera pensar en imprimir un libro en modalidad clásica o bajo demanda, hay que dejar preparados toda una serie de elementos vinculadas a la calidad de la obra. A este proceso se le conoce como validación editorial y se inicia desde el mismo momento en el que un autor manda su manuscrito a un sello con la intención de publicarlo.
El primer paso, evidentemente, es la revisión del mismo con el fin de detectar cualquier falta de ortografía, concordancia, así como elementos que hagan resten, a nivel cualitativo, a la obra. Tras este paso, entra en juego el trabajo de maquetación, que se encarga de desarrollar el archivo necesario para la impresión del formato libro.
De esta forma, se genera un archivo digital que se enviará a la planta de producción en donde se fabricarán las distintas partes que conformarán un libro, con unas dimensiones y características concretas (color, numeración, etc.).
2.- La materia prima, estado inicial del proceso de fabricación
¿Cómo se fabrica un libro? Obviamente la respuesta es: desde una imprenta. Pero esto va un paso más allá de darle al botón y comenzar a producir páginas y portadas. Antes hay que poner en marcha todo un aparato logístico que abarca desde el mantenimiento de las bobinas, hasta el almacenaje del papel que se empleará.
El cuidado de la materia prima es muy importante, en especial en sistemas como la impresión bajo demanda de libros, en donde se producen ejemplares tras la venta. Es por este motivo que hay que cuidar el almacenaje de las bobinas de papel para que estén en perfecto estado para el momento en el que se dé la orden de fabricación del libro.
3.- Impresión offset de las tripas del libro (parte interna)
Una vez que desde el departamento de diseño y maquetación se ha dado por válido el documento digital que se tomará como referencia para la impresión, el siguiente punto para saber cómo se fabrica un libro paso a paso, es atender a la producción de su interior. En este punto hay que tener en cuenta el modelo que se ha elegido para la creación de ejemplares.
Si el modelo de impresión es el tradicional, se dará la orden de producción de tantos ejemplares como los pactados para la producción. En el caso del modelo bajo demanda, se procederá a la creación de la obra tras haberse registrado la compra.
En cualquier caso en imprenta hay un encargado de recibir el documento digital a imprimir. ¿Recuerdas que antes hablábamos de la labor del departamento de maquetación? Pues dependiendo del archivo de arte final que se haya enviado, y sus medidas, en la planta de producción sabrán bien dónde ubicarlo.
Por ejemplo, si un libro mide 150×210, habrá que calcular mediante un programa informático cuántas veces, por pliego de ancho de bobina cabe, esta medida. Una vez se tenga este dato, se envía la orden de producción a la bobina correspondiente y comienza la impresión de la parte interior del ejemplar en cuestión.
4.- Elaboración de la cubierta
Saber cómo se hace un libro es también conocer el proceso de fabricación de las cubiertas. En los pasos anteriores ya hemos visto cómo se produce el interior de un libro, ahora es el momento de ver qué hay del exterior. Y para eso tenemos que volver nuevamente al departamento de maquetación y diseño.
Al igual que sucede con el interior del libro, este departamento deja listo un archivo digital con todas la información necesaria para fabricar la cubierta. Una vez que se genera una demanda de producción de un ejemplar, la imprenta busca este archivo y lo manda a la máquina correspondiente (hay que tener en cuenta que la bobina no es capaz de imprimir en un formato diferente al papel).
Una vez que la cubierta se ha impreso ya estamos un paso más cerca del final.
5.- Guillotinado de las hojas y el contenido
El ancho de la bobina hace que resultado de la impresión sea mayor que el necesario para el formato del libro final. De hecho, dependiendo de las medidas del arte final podrán producirse más o menos cantidad. En otras palabras, la bobina puede producir varias páginas en una misma tirada de producción y hay que separarlas.
Este proceso se conoce como guillotinado y básicamente consiste en cortar por unas zonas delimitadas para tener unas páginas de un tamaño concreto. Hay que tener en cuenta que el departamento de maquetación también dejó anotados unos márgenes para saber por dónde hay que atajar.
En imprenta se cuenta con maquinaria capaz de leer estos cortes y guillotinar automáticamente para generar las páginas de una medida concreta. Estas, a continuación pasan a la siguiente fase en la fabricación de un libro.
6.- Encuadernación
Bien, ya tenemos el interior del ejemplar… pero lo tenemos separado. Toca preguntarse, ¿cómo se fabrica un libro? ¿Cómo se pasa de un montón de hojas sueltas a una obra como todos conocemos? El proceso de encuadernación es el responsable llegada esta fase.
Dependiendo del formato que se esté produciendo puede usarse una metodología, u otra. En la actualidad las más comunes son el encolado y el cosido. La primera de ellas consiste en unir las hojas mediante el uso de cola y conformar un bloque, aprovechando que el adhesivo esté caliente, este pasará a juntarse con la portada.
Por su parte, la encuadernación cosida juntará todas las páginas mediante costura y se unirán a la cubierta a través de un pegamento.
En la actualidad, dada la popularidad de formatos rústicos, lo habitual es encontrarse con una encuadernación basada en el encolado.
7.- Unir la cubierta con el libro encuadernado
Hay que tener en cuenta que tanto la impresión en bobina del interior del libro, como la cubierta del mismo ejemplar, son procesos que se realizan de forma paralela. Por ello, cuando uno de estos elementos está terminado, el otro también. Así que solo queda esperar al encuadernado, es decir, a su unión.
El proceso de encuadernado es muy similar al solapado, y puede realizarse mediante encolado (aplicación de un adhesivo) o mediante cosido. Y, como dijimos entonces, lo habitual es que se apueste por la primera dada la estandarización de los formatos rústicos. Una vez este punto haya terminado, solo queda esperar a darle los últimos retoques al ejemplar,
8.- Perfilado del libro
Por muy bien que la maquinaria de imprenta haya dejado el libro tras su guillotinado (tanto de cubierta, como de interior) hay que pasarlo por la máquina de perfilado. Este proceso se encarga de eliminar posibles imperfecciones como protuberancias en el papel, o esquirlas en la cubierta.
Una labor rápida, sencilla, pero tan importante como las anteriores ya que cualquier imperfección en el libro puede significar la solicitud de devolución por parte del lector. Una vez que el equipo de validación revisa que la tirada (o los ejemplares solicitados en el caso de la impresión bajo demanda) todo está listo para hacerle llegar su ejemplar a quien lo solicitó.
9.- Preparación para hacer el envío de ejemplares
Aunque ciertamente el proceso sobre cómo se hace un libro de papel ya ha sido contado, no hay que desmerecer el paso previo a la venta: el almacenaje y envío. Hay que tener en cuenta que la vida útil de un ejemplar comienza a contar desde que termina su perfilado. Por ello tras salir de imprenta, llega a manos de su distribuidor.
En la idea tradicional de impresión y distribución de ejemplares, se mandan los ejemplares a almacén, ya sea el del distribuidor, o el de la librería. En cambio, el modelo bajo demanda, apuesta por mandarlo al lector final, o al punto de venta desde el que va a recogerlo.