Has trabajado mucho en un diseño, o en una maquetación, y ahora llega el momento de imprimirlo y… ¡oh, sorpresa! Lo que aparece en el papel es de un color diferente al de la pantalla! Menuda frustración después de haber dedicado tanto tiempo a este proyecto. La buena noticia es que, desde hoy, se acabaron estas molestias.
Hoy nos vamos a encargar de enseñarte cómo funciona la gestión del color en impresión digital. Una serie de claves con las que acertar a la hora de producir tus creaciones en papel y que no haya ninguna sorpresa indeseable en el terreno cromático.
Factores que intervienen en la transmisión de los colores de una pantalla a la impresión
La gestión del color en impresión digital es un asunto que tiene en cuenta varios factores. El primero de ellos es la integración cromática, es decir, tener un sistema que sea capaz de reproducir los distintos colores y hacerlo en diversas fases que abarquen desde el diseño hasta la impresión.
Los modelos de color que se usan en el diseño y la impresión también son de suma importancia y hay que tener en cuenta cuándo trabajar en cada uno de ellos, así como la forma de traspasar información de un modo a otro. Es en este punto en donde entran en juego dos conceptos como son la calibración y el perfilado (no te preocupes, más adelante te hablaremos largo y tendido sobre ellos).
Por último, y no por ello menos importante, las pruebas de color para ver si la transmisión de información cromática ha sido efectiva. Es cierto que ya se llega a producir en papel, pero es de gran importancia para asegurarse de que todo el trabajo está bien hecho, o hay que recalibrar algunos factores antes de empezar a imprimir grandes tiradas, o también si es así como deben guardarse estos datos ante un nuevo pedido, en el caso de los modelos de impresión bajo demanda.
Modelos de color que intervienen en la impresión digital
Para calibrar el color en equipos de impresión hay que tener en cuenta las representaciones del espectro cromático visible que existen. Es decir, la gama de colores que el ojo humano es capaz de adivinar y que varía a partir del tono, saturación y del porcentaje de grises. En este punto hay que tener en cuenta los perfiles de color que se emplean para pantalla y los que se usan para impresión.
El modelo de color RGB es el que se usa para ver el documento a imprimir en pantalla y puede ser muy distinto al CMYK (que, como podrás imaginar, se emplea para la producción en papel).
Para evitar sorpresas es muy importante que tengas en cuenta en qué consiste cada una para una buena calidad a la hora de calibrar el color en tu equipo de impresión.
Perfil de color CMYK (primarios sustractivos)
El perfil de color CMYK hace referencia a las siglas Cyan, Mgenta, Yellow y Key (Cian, Meganta, Amarillo y Negro). Es el que se utiliza para calibrar los colores de impresión en papel y que pueda haber una nota común entre diferentes máquinas de impresión. De esta forma, pueden usarse unos mismos datos para usar este mismo perfil de salida en otra impresora.
Perfil de color RGB (color primarios aditivos)
Por su parte, el perfil de color RGB es un perfil de color que hace referencia a las siglas Red Green Blue (Rojo, Verde y Azul). Se trata de un modelo que se utiliza para comunicar información sobre el color entre pantallas y que se visualice la misma información cromática entre monitores.
Asegurar la exacta reproducción en la impresión
Para una correcta gestión de color en impresión digital es importante tener en cuenta dos conceptos, como son la calibración y el perfilado. Dos términos que pueden confundirse y tenerse por sinónimos, cuando en realidad son dos procesos diferentes.
La calibración
Por un lado, la calibración del color hace referencia al proceso por el que se mide y se ajusta la respuesta cromática de un dispositivo a un estado conocido. Es el primer paso, tanto para realizar una prueba, como para realizar la impresión final. Este espacio servirá de estándar en los flujos de información, tanto de entrada (cámaras, escáneres, y otros dispositivos de medición), como de salida (herramientas que realizan la reproducción en papel).
El perfilado
En cuanto al perfilado, se trata de un proceso que se basa en una computación de información que crea una descripción del color en un dispositivo. Este dato se llama perfil y sirve para comunicar un cómputo de información al dispositivo de reproducción.
La prueba de color
Una prueba de color en una imprenta es aquella acción que tiene como fin comprobar el aspecto final que tendrá el documento que se produzca, antes de la impresión definitiva de este trabajo. Si bien es posible realizar esta labor sin soporte físico (en pantalla), lo mejor es siempre hacer estas comprobaciones en papel.
Existen dos pruebas de impresión: maquetación y de color. En este sentido, nos vamos a centrar en la última, que es la que se realiza para conseguir una aproximación fiel a los colores que se conseguirán a la hora de imprimir el proyecto.
Gracias a estas pruebas de color podemos comprobar si lo que vemos en nuestros monitores se correspondería con lo que se plasmará en el papel. De esta forma, podremos ajustar la calibración y perfilado para un resultado más óptimo.
Podemos encontrar las siguientes pruebas de color:
- Pruebas de impresión offset: Aquellas realizadas con la misma máquina de impresión que realizará todo el trabajo posterior. Se trata de una de las pruebas de color más fiables ya que imitan las condiciones en las que se desarrollará el mismo proyecto. Eso sí, el coste de estos tests es más elevado.
- Pruebas de impresión digital: Al igual que en las pruebas de impresión offset, también recurren a las tecnologías de reproducción finales. Son las que usan las máquinas de impresión digitales y que reproducen un color a partir de un archivo informático. Pueden usar papeles especiales, o estandarizados.
- Pruebas de impresión analógicas: Son aquellas que usan impresoras al uso, sobre papel estándar y que no imitan las condiciones de producción final. Por lo que pueden existir elementos que difieran.
Cómo calibrar el equipo de impresión
Como ya hemos dicho, la calibración de impresión de color es un paso muy importante antes de mandar un documento a imprimir. Hay que tener en cuenta varios factores, como el modelo para realizar esta función, así como el dispositivo a emplear:
Métodos disponibles para calibrar el color.
Se pueden encontrar los siguientes métodos para calibrar el color antes de la impresión:
- Calibración de color mediante hardware en monitor: En este caso se recurre a una herramienta informática que mide una serie de patrones cromáticos y el dispositivo identifica el color. Es entonces cuando el equipo modifica algunos valores para conseguir acercarse al color que debiera ser. Toda esta información se guarda en el equipo.
- Calibración de impresión mediante hardware. En este caso, el equipo recurrirá a una muestra de colores que debería enviarse a una impresora en concreto. Una vez que se ha producido, se mide el resultado y se van ajustando los patrones del equipo de producción hasta obtener el resultado deseado.
- Dispositivos ideales para medir los ajustes de color. Una herramienta que puede ayudar mucho en la medición de los ajustes de color es el colorímetro, un instrumento que ayuda a captar las percepciones y cuantificar los valores del color y su escala numérica. Una herramienta fundamental.
Se trata de una herramienta que se emplea para medir los colores, recoger sus mediciones y hacer comparaciones con otras muestras (como las que se pueden tener en pantalla). De esta forma, se sabrá si la prueba del color de impresión ha resultado exitosa.