Somos lo que leemos y en este mundo hay tantas lecturas como personas. Es decir, la variedad de libros que vemos en el mercado es un reflejo de los gustos tan variopintos del público al que se dirige la industria editorial. Antes era común ver grandes tiradas de ejemplares de un mismo título, sin embargo los últimos tiempos han hecho notable un cambio en las tendencias en la demanda de libros.
Los últimos datos lo demuestran: cada vez se venden más ejemplares pero de distintos títulos. La demanda se divide y la heterogeneidad del público se hace cada vez más notable. Una tendencia hacia un modelo de catálogo long-tail tal y como demuestra el último informe de la consultora GFK y del que se hace eco el diario El País.
El cambio de tendencias en cifras
Los números recogidos por esta consultora indican que si recogemos los mil títulos más vendidos en España y se organizan por la cantidad de ventas acumuladas, encontramos que los cinco primeros títulos sólo acumulan el 6,5% del total. Cifras que muestran un cambio de tendencia de aquellas largas tiradas relacionadas con el best-seller y que abren las puertas a un nuevo modelo long-tail.
Un cuadro que tiene poco que ver con los cuadros de hace una década en donde los más vendidos no conocían rival y cumplía, casi al completo, las necesidades del lector. Ahora la realidad de las tendencias en la demanda de libros apunta a que solo los 10 libros más vendidos superan los 50.000 ejemplares.
Una época en la que la autoedición sigue en auge, a lo que hay que sumar el papel de las editoriales independientes en este paradigma. Una señal de que el público se ha acercado a conocer este tipo de libros, les ha gustado y siguen apostando por ellos cada vez más. Los datos también indican que algunos de estos sellos ya son el número 13 a nivel de facturación y algunas de sus obras se han convertido en grandes éxitos.
Al ascenso de las editoriales de autoedición, y la entrada en juego de su catálogo, hay que sumar la llegada de otros sellos internacionales que gracias a los sistemas de impresión y distribución bajo demanda han podido integrar su oferta en mercados como el español. Por ejemplo, en el caso de Podiprint, Editorial Naranja (Venezuela) ha tenido una gran aceptación entre los lectores de nuestro país, conquistando a multitud de ellos.
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Respuesta al cambio de tendencia
Si la tendencia marca que cada vez se venden más libros, pero de una mayor variedad de títulos, ¿cómo dar respuesta este modelo? El long-tail tiene una gran aliada, la distribución bajo demanda de libros. Esta fórmula cada vez es más común en el sector editorial y permite responder a una de las máximas (aumento de 300% en 2020) que Antonio Mas indica en La comercialización del libro:
“Disponer de un determinado libro, en una librería concreta, puede parecer algo sencillo, hacer llegar el mismo libro a miles de librerías ya resulta más difícil y complicado; pero tener miles de libros en miles de librerías es una compleja tarea, que rara vez es percibida en su justa valoración”.
En el caso de Podiprint no solo es posible tener miles de libros, sino millones de ellos ya que la conexión con Ingram permite esta posibilidad. Una presencia que no requiere de almacenaje, por lo que se ahorra uno de los principales costes de las grandes tiradas. Por otro lado, el editor también evita la inversión en logística, imposible de rentabilizar si se tiene en cuenta lo que supone el transporte de este escaso número de ejemplares a otros países.
La red de socios en el modelo de distribución bajo demanda permite producir en destino, evitando trámites aduaneros y permitiendo la globalización de un catálogo. Haciendo posible que el long-tail sea una realidad.