La impresión es la “culpable” del nacimiento de un libro. Desde los primeros modelos, hasta la prensa de tipos móviles de Gutenberg se han ido sucediendo diversas novedades que ofrecen distintas posibilidades a aquellos que quieran hacer realidad una obra, ya sea académica, o literaria. Una de las más cercanas en el tiempo es la que sigue el modelo bajo demanda, que se contrapone a la considerada como tradicional.
Tecnologías de impresión “tradicional” como el offset, tinta, digital, láser, y otras tantas, se han adaptado al modelo bajo demanda. Entonces, si la tecnología es idéntica, ¿cuál es la diferencia? ¿Es rentable apostar por una o por otra? En este artículo te ofreceremos una idea al respecto.
Modelo de impresión tradicional de libros
El modelo de impresión tradicional de libros es el que aprovecha tecnologías de copia y reproducción en papel para crear grandes lotes de obras. De esta forma se genera un stock del que se hacen cargo los distribuidores, y se reparte en librerías y otros puntos de venta, a la espera de ser adquiridos y generar el correspondiente beneficio.
No es hasta que se acaba el stock generado que se vuelve a imprimir una nueva tanda de ejemplares. Esta segunda producción puede variar en función de los beneficios obtenidos en la primera remesa.
Entre las dos principales características de este modelo de impresión de libros destaca el hecho de que requiere de una inversión inicial y que precisa de un almacén para alojar los volúmenes producidos. Se trata del sistema empleado por las grandes editoriales que tienen una cota de ventas asegurada.
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Modelo de impresión bajo demanda de libros
La impresión bajo demanda de libros es aquella en la que no se produce el libro hasta que el lector no lo ha solicitado. En este caso se cubren los costes de producción antes de iniciar el proceso. Hay que tener en cuenta que este sistema tampoco se aleja de las grandes remesas de títulos, la única diferencia es que se puede realizar desde uno hasta todos los que se pidan.
La principal característica de este modelo de impresión es que sigue la filosofía del “primero vender, después producir”. Por otro lado, al asegurar la venta del ejemplar que se imprima, no es necesario contar con un almacén para que los libros aguarden a quien se los lleve a casa.
Ventajas y desventajas de la impresión tradicional de libros
La principal ventaja de la impresión tradicional de libros es que cubre automáticamente la demanda del lector que acude al punto de venta buscando una obra. Por otro lado, simplifica el proceso logístico al hacer un primer viaje en el que despachen los títulos distribuidos, que tan solo deben finalizar el proceso hasta acabar en casa de la persona correspondiente. Pero, por otro lado, lo que se ahorra en proceso de distribución se debe gastar en almacenaje para asegurar unas condiciones óptimas a los libros durante el tiempo que son vendidos.
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